Hoy fue una mañana larga, de mierda. Como suponía que iba a ser, la clase de portugués se hizo más larga que de costumbre, esos ochenta minutos parecieron como tres horas. Y mañana, hello lindo martes. La puta madre, campo de deportes, frío frío frío. Debería estar prohibido que la gente se levante antes de las nueve de la mañana en días de invierno. Debería ser una obligación hibernar como los osos, así todo el invierno. Lo que más sufro, son los deditos del pie cuando se congelan irremediablemente adentro de las medias. Y lo que más disfruto es llegar y meterlos abajo del agua caliente y sentir como se descongelan de a poquiiiiiito.
Por otro lado, todo bien con mis estufas tipo calefón, pero aguante las estufas de fuego directo donde podés acercar el culito o los pies. Mimimimi me quedaría ahí todo el día
nota mental: ésta, el repudio al agua, y el amor por dormir son cosas que me hacen pensar que en otra vida debo haber sido un GATO
nota mental 2: se me ocurre un chiste para hacerme a mi misma al respecto, pero no quiero autoforrearme
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