Doctora I

Te juto que algún día me saco la paja y te imprimo todas, capaz te sirvan. A veces recordar nuestras charlas me ayuda a pensar, reconstruir la sesión me sirve para darme cuenta de algunos mensajes que me dejás. Sabés que soy bastante inestable, creo que lo sabés más que nadie, aunque lo bueno es que nunca me juzgás. Y como es mi deber ( o va a ser) saber que al paciente no se lo juzga ni se le dice que hacer, me alegra haberme dado cuenta de que nada más estas cumpliendo tu rol. A veces me pone triste sabés? pensar que es todo un negocio de mierda. Pero bueno, no viene al caso. Necesito que me ayudes. Por empezar mañana a primer hola voy a pedirte una naranja como en los viejos tiempos, me cansé del capuccino de todos los lunes. Te das cuenta no? en verano capuccino, en invierno una naranja. En fin. Necesito cambiar el lente del caleidoscopio. Como el que le compraste a Chavela, si, como ese. Viste que nunca se ve igual? aunque vuelvas para atrás. Así necesito yo, necesito cambiar el foco y no volver a esta forma de ver las cosas de MIERDA que tengo. Me cuesta mucho, en realidad no se si me esfuerzo lo suficiente. Creo que no puedo tolerar el equilibrio en mi vida, no soporto la rutina, no soporto los horarios, ni los días de la semana. Me gustan los fines de semana, como a todo el mundo si, pero no para dormir mas ni para salir,me gustan porque no cumplen ningun esquema. Me aburren los esquemas y me aterra pensar en que algun dia ya voy a haber intenado todo. No soy emo, pero te hago una pregunta. Puede a alguien gustarle estar mal? no me suena para nada lógico, es bastante estupido en realidad. Y tampoco me gusta, en realidad. Me gusta ese estado intermedio entre bien y mal, el estado de pensar en todo lo que pasó y de sacar conclusiones. Ese estado de : mamá me voy al parque a despejar la mente. Lo amo. Pero para hacer eso tenes que tener en que pensar, y volviendo al problema que me llevo a conocerte, no sé en que pensar porque estoy vacía. Estoy hueca. Tengo todo lo que quiero para ser feliz, y más todavía, pero no hay pan que tape el agujero de la angustia existencial. (Ojalá se tapara con pan)